“Cartas a Dios”
El lenguaje secreto del espíritu.
«Cuando la mente explora el símbolo, se ve llevada a ideas que yacen más allá del alcance de la razón».
C. G. Jung.
En los últimos años trabajo en un lenguaje propio, en una escritura que da lugar a composiciones y sistemas simbólicos.
Nacieron de una forma automática que me permitió traspasar mi universo interior, abstracto, espontaneo y creativo.
El automatismo es el resultado de procesos mentales que no provienen de pensamientos consientes. Y aunque parezca contradictorio, con el automatismo uno se olvida del resto del mundo, incluido el propio acto automático. Pero no son inconscientes en su totalidad, ya que surgen aspectos técnicos como el color y la composición, pensamientos y sentimientos.
Me motiva el dejarme llevar por su simbología e investigar con diferentes materiales, que me permitan lograr expresarme y llevar al espectador a su mejor lectura.
El arte para mi a sido una constante evocación simbólica de la naturaleza, es un soñar con un nuevo mundo. Mi vocación artística, es también una vocación religiosa.
El símbolo es el lenguaje del espíritu y por ello, esta manera de pensar, debió aparecer mucho antes de que el hombre desarrollara una consciencia intelectiva.
Representa además algo más que su significado inmediato.
Añade un nuevo valor a un objeto o acción: un contenido espiritual.
Basta quedar delante de un símbolo, inclusive sin saber que es, para que estemos recibiendo energía de nuestra alma.
Los invito a tomar contacto con mi escritura pictórica y dejarse cautivar por sus personajes en forma de símbolos. En algunas ocasiones encontrarán seres simples y en constante movimiento que nos muestran quiénes son y lo que hacen.
Ellos danzan, se abrazan, se entrelazan, hablan, cantan, cuentan historias.
Pero no se pueden leer todo de un golpe, tenemos que dejar que nos guíen.
Son mis cartas a Dios, mi otra forma de orar.
Cecilia Scaffo